miércoles, 12 de marzo de 2008

CON MEMORIA Y ALEGRÍA...ACTO 2007


Me pidieron que dijera algo hoy y acepté con ganas, y entonces llevo toda la semana pensando que decir, como pararme aquí e inventar algunas palabras que contengan algo de sentido, al principio se me ocurrió escribirle una carta imaginaria a mi viejo, un carta que le contara sobre estos extraños días, una carta que hablara de dolor, de ausencia, de vida, de esperanza, que hablara de orgullo, de reivindicaciones y luchas imposibles.
Quería leer palabras que hablaran con sinceridad de nuestras arrogancias y egoísmos, de nuestros miedos e ingenuidades.
Pensaba leerle una carta que pudiera resumir sinceramente estos largos años.
Pero me di cuenta de que era una carta imposible y entonces en tan profunda imposibilidad comencé a pensar en estos años de ausencia, en la rabia, en el odio contenido, quise contarles que todavía no perdono la monstruosidad, ni la barbarie.
Nuestra herida esta abierta, ha sido imposible cerrarla, no queremos cerrarla y de vez en cuando sangra y arde y duele y uno la mira y no queda otra que aprender a vivir con ella.
Es por esto que todavía no entiendo como fue posible la tortura, la muerte a la salida de los colegios, el miedo empapando todas las esquinas, como fue posible que la expresión impudorosa del terror dominara este país durante tantos años, que todavía no entiendo como lo hicimos para sobrevivir fuertes al infierno. Me pregunto de adonde sacamos fuerza para seguir levantándonos cada mañana,
Hoy me doy cuenta que hay experiencias que son verdaderamente inexpresables, que no tienen sonido, que no permiten la voz, que no hay palabras que sirvan para contarlas.
Quizás sirva un grito, un solo grito desgarrador y eterno atrapado en la garganta.
Hay experiencias que se viven desde el abismo y la nebulosa.
Me acordé que los asesinos del José, Santiago y Manuel están presos. Y pensé que si, Que es verdad que ha servido, que hoy camino más tranquilo y alegre por las calles, y pensé que las cosas al final no han sido tan malas, he descubierto cosas increíbles, he recibido un legado envidiable de cada uno de las personas que me he ido encontrando durante estos largos años…
Y entonces pensé en Fernando el Papá de la Bárbara y en Fernando el Papá de la Estela, del pablo, y la Licha y me acordé de Eduardo el otro abuelito de la Antonia, y pensé en Miguel Enríquez, en Allende, y en Víctor Jara y por supuesto que se me vinieron a la mente los Hermanos Vergara y Rodrigo Rojas y el viejo del Pablo, me acordé del papá del Beto, y del hermano de la Farha, del papá de la farha, me acordé de los viejos del Vladimir, de la Viviana, , de la waleska y el Luciano, de la Carito y la Moyenei, el del rony, el de la Daniela, el del Jaime, el de Felipe, el del Iván, el de la Carolina, el de Juan pablo, pensé en los hijos de la Sr. Ana, en el esposo de la Sola, el papá de Lorena, me acordé del Max y la Reinalda, pensé en el hijo de la payita, en la pareja de la Carmen, en el papá de la Michelle y en el viejo del Alfredo, en la Lumi y en el Dago, y se me vinieron a la mente todos y cada uno de los que nos dejaron entremedio de la lucha.
Y pensé que aunque la mayoría habían sido asesinados antes de que yo naciera, igual me daba la impresión de conocerlos, de que estaban vivos, tan vivos en cada uno de nosotros.
Y pensé que esos hermosos hombres y que esas hermosas mujeres nos habían regalado al ser humano, nos habían regalado la dignidad y el orgullo por nuestra gente. Que estos hermosos hombres y mujeres me enseñaron gran parte de las cosas que se de la vida, me enseñaron a caminar entremedio de este extraño mundo. Es por esto, que hoy más que nunca necesitamos seguir íntimamente recordando, y públicamente luchando por mejorar radicalmente y de una vez por todas las deficientes políticas de derechos humanos que hoy día existen.
Mientras no haya justicia la tarea va a estar inconclusa.
Hay que derogar la ley de amnistía, hoy debemos presionar a los parlamentarios concertacionistas y a los jueces de las cortes para que de una vez por todas la justicia actué a cabalidad.
Estos Crímenes se produjeron bajo el alero del estado, y al no tener a los responsables individualizados y cumpliendo condenas, perversamente toda la sociedad chilena se vuelve en culpable de haber permitido la barbarie, cómplices silenciosos del genocidio.
Yo creo que a pesar de que estamos fuertes y más enteros que nunca y pensé en nuestra eterna paciencia.Y entonces nos vi a todos tan distintos, nos vi alegres, con la mirada profunda, nos vi tan diferentes, hermosos, y pensé que a nuestros luchadores caídos les gustaría nuestra vehemencia. Pensé que les gustaría que algunos hoy sigan pensando en rebeldía y barricadas, y que haya otros que vivan por la danza, la música, el arte.
No tengo duda de que estarían orgullosos de la explosión de vida que representamos, de la increíble fuerza que liberamos a cada paso.
A mi me enorgullece ser parte de esta historia, compartir mi mundo con ustedes, me enorgullece su presencia hoy, y me llena de energía para seguir tozudamente caminando.
Me gusta la forma que tenemos de habitar esta tierra, llena de miles de preguntas y con tan pocas respuestas, me gusta cuando aceleramos el paso o cuando nos detenemos con nostalgia a mirar el horizonte.
Tuvimos la suerte de ser hijos de estos combatientes valientes, que dieron su vida por un chile más justo, por una vida más tierna y amable.
Somos hijos de aquellos que nos enseñaron que lo urgente no es vivir mucho, que lo que realmente importa es la intensidad con la que enfrentamos nuestras propias vidas.
Aprendimos que hay que salir siempre a navegar bondadosos y valientes por la inmensidad del mundo, buscando en cada esquina un sentido que nos entusiasme y nos alimente, que nos de la seguridad de salir a exigir lo que es nuestro.
Aprendimos que hay que despertarse siempre construyendo un fantástico y delirante horizonte.

Muchas Gracias.


JUAN JOSÉ PARADA
31 MARZO 2007

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